e-ISSN: 2448-8062
ISSN: 0188-431X
INVESTIGACIÓN
Betsy Corina Sosa-García,1 Cleotilde García-Reza,2 Vicenta Gómez-Martínez,2 María de Lourdes Basurto-Acevedo,3 Rigoberto Oros-Pantoja,4 Alma Grisel Díaz-Martínez3
1,2,4Universidad Autónoma del Estado de México. Toluca, Estado de México, México. 3Instituto Mexicano del Seguro Social, Unidad de Investigación Médica en Enfermedades Endocrinas, Ciudad de México, México
1Laboratorio de Neuroquímica, 2Facultad de Enfermería, 4Departamento de Neurociencias
Correspondencia: Cleotilde García-Reza
Correo electrónico: cgarc0506@yahoo.com.mx
Fecha de recepción: 13/04/2016
Fecha de dictamen: 08/07/2016
Fecha de aceptación: 14/10/2016
Introducción: en las últimas décadas la diabetes mellitus 2 (DM2) ha tenido un incremento notable en México. En el año 2000 la Encuesta Nacional de Salud reportó 2.1 millones de personas afectadas; en 2006, 3.7 millones; y en 2012, 6.4 millones. Aunada a la enfermedad cardiovascular la DM2 representa la primera causa de mortalidad con tendencia al incremento progresivo en los últimos años.
Objetivo: identificar y describir los factores de riesgo metabólico y no metabólico en personas adultas matriculadas en un centro de salud del Estado de México.
Metodología: en una muestra no probabilística de 586 personas de ambos sexos, se formaron tres grupos con glucosa normal (GN), glucosa alterada en ayuno (GAA) y DM2. Se midieron variables no metabólicas (peso, estatura y circunferencia de cintura) y metabólicas (triglicéridos, c-HDL, c-LDL, tensión arterial sistólica y diastólica).
Resultados: las medias del nivel de colesterol total en los tres grupos fueron más elevadas en el grupo con GN: 203.6 ± 36.7 mg/dL frente a 199.4 ± 39.7 mg/dL del grupo de GAA y 200.6 ± 44.7 mg/dL del de DM2. Los niveles séricos de c-LDL en los grupos GN y GAA fueron similares con 120.7 ± 32.3 frente a 120.5 ± 33.7, respectivamente. En el grupo de DM2 disminuyó la concentración sérica de c-LDL, con un resultado de 114.6 ± 36.5 mg/dL.
Conclusiones: se encontró una alta frecuencia de alteraciones en el perfil lipídico y la presión arterial diastólica, así como obesidad abdominal en las personas con DM2 y en la población sin diabetes.
Palabras clave: Diabetes mellitus; Factores de riesgo; Fenómenos fisiológicos de la nutrición; Enfermedad crónica
Introduction: In the last decades, type 2 diabetes mellitus (T2DM) has increased considerably in Mexico. In 2000 the National Health Survey reported 2.1 millions of people affected; in 2006, 3.7 millions; and in 2012, 6.4 millions. Acting together, T2DM and cardiovascular disease are the leading cause of mortality with a trend that is increasing progressively in recent years.
Objective: To identify and describe metabolic and non-metabolic risk factors in adults enrolled in a health center in the Estado de México.
Methods: A non-random sampling of 586 male and female patients was divided into three groups: normal glucose (NG), impaired fasting glucose (IFG) and T2DM. Metabolic (triglycerides, HDL-cholesterol, LDL-cholesterol, as well as systolic and diastolic blood pressure) and non-metabolic (weight, height and waist circumference) variables were measured.
Results: Mean levels of total cholesterol in the three groups were higher in the GN group with 203.6 ± 36.7 mg/dL vs. 199.4 ± 39.7mg/dL vs. 200.6 ± 44.7mg/dL, respectively. Serum levels of LDL-cholesterol in the GN and GAA groups were similar with 120.7 ± 32.3 vs. 120.5 ± 33.7, respectively; in the T2DM group, the serum level of LDL-C decreased (114.6 ± 36.5 mg/dL).
Conclusions: Our findings show that patients with T2DM along with patients without diabetes show high frequency of alterations in lipid profiles and diastolic blood pressure, as well as abdominal obesity.
Keywords: Diabetes mellitus; Risk factors; Nutritional physiological phenomena; Chronic disease
La Asociación Americana de Diabetes (ADA) señala que la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) es una enfermedad de origen metabólico que se caracteriza por la presencia de hiperglucemia. Un tercio de los pacientes que tienen DM2 incrementan de dos a cuatro veces el riesgo de presentar enfermedad cardiovascular.1-5 Son más mujeres que hombres las que padecen esta epidemia, especialmente en los países desarrollados. China, India y Estados Unidos son los países con mayor número de personas con diabetes.6
La Organización Mundial de la Salud (2014) refiere que a nivel mundial el número de personas con DM2 se incrementó de 30 millones en 1995 a 366 millones en 2011, y estima que para 2030 serán 592 millones de personas las que tendrán glucosa alterada en ayuno.5-10
Por otra parte, en un estudio realizado en nueve países latinoamericanos se demostró que el control de la glucemia es pobre,3-5 razón por la cual la diabetes es un problema de salud pública. La magnitud del problema se traduce en que cada seis segundos muere una persona por diabetes mellitus y por año hay 5.1 millones de muertes; el impacto en términos económicos, sociales y de calidad de vida, convierte este problema en una prioridad mundial.11-15
Recientemente se ha determinado que el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares es 11 veces mayor en la población con diabetes que en la población sin diabetes;13-18 al respecto, casi 500 millones de personas en el mundo presentan obesidad, cifra que corresponde al 12% de la población mundial; a su vez se ha identificado que el 26% de la población adulta con el grado más alto de obesidad se ubica en el continente americano, y el grado más bajo en el sudeste asiático con el 3%. Esto sugiere un riesgo existente de enfermedad cardiovascular.19-20
El término glucosa alterada en ayuno (GAA), disglucemia o prediabetes se aplica a aquellos casos clínicos con niveles de glucosa por encima de los valores normales, pero por debajo de los niveles considerados para DM2. Dada su alta frecuencia, es conveniente considerar la prediabetes como un elevado riesgo para desarrollar diabetes y complicaciones vasculares;4-7 la modificación o alteración de estas variables se puede presentar en personas con glucosa normal, GAA y con DM2; como tales, la DM2 y la enfermedad cardiovascular son dos enfermedades de alta morbilidad y mortalidad, resultado del síndrome metabólico.7,21-23
En las últimas décadas la DM2 ha tenido un incremento notable en México. En el año 2000 la Encuesta Nacional de Salud (ENSA) reportó 2.1 millones de personas afectadas (4.6%); en 2006, 3.7 millones (7.3%); y en 2012, 6.4 millones (9.2%).16-18 Respecto a la incidencia de DM2 en México, en 1995 ocupaba el noveno lugar y el séptimo lugar en 2011, y es posible que para el año 2030 ocupe el sexto lugar. Actualmente, y junto con la enfermedad cardiovascular, representa la primera causa de mortalidad con tendencia al incremento progresivo en los últimos años.17-18
La importancia de un diagnóstico precoz y oportuno ayuda a las personas a poseer una esperanza de vida mayor a la estimada, una calidad de vida digna, así como una disminución de gastos mayores en el sector salud.21
El propósito del presente estudio fue identificar y describir los factores de riesgo metabólico y no metabólico en personas adultas matriculadas en un centro de salud del Estado de México.
Los grupos se conformaron con el siguiente criterio:
Estudio descriptivo y transversal, derivado de un proyecto de investigación del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición. En los meses de marzo y agosto de 2014, se incluyeron 586 personas matriculadas en un centro de salud del Estado de México, de ambos sexos, entre 30 y 70 años de edad. A partir de un muestreo no probabilístico, se conformaron tres grupos con base en los siguientes criterios: en el grupo 1 se incluyeron personas con nivel de glucosa normal (GN), entre 70 y 99 mg/dL; en el grupo 2, personas con glucosa alterada en ayuno (GAA), entre 100 y 125 mg/dL; y en el grupo 3, personas con diabetes mellitus tipo 2 (DM2), con un IMC ≥ 23 kg/m2 y tratamiento con hipoglucemiantes orales, insulina, o ambos.
También se tomaron en cuenta otros criterios para incluir a los participantes, como la presencia de fiebre (> 38 oC), el haber permanecido en cama por más de 48 horas en las dos semanas previas a su inclusión al estudio, padecer cardiopatía isquémica (CI) o equivalente de riesgo de cardiopatía congénita (CC); hepatopatía activa, o haberla presentado durante los seis meses previos; disfunción renal significativa, incluyendo creatinina sérica > 1.7 mg, arriba del LSN o síndrome nefrótico; cualquier antecedente de neoplasia; abuso o dependencia actual de bebidas alcohólicas o drogas; así como padecer depresión o psicosis no controlada.
Se excluyeron las personas menores de 30 años con DM1 o diabetes gestacional, un índice de masa corporal (IMC) < 23 kg/m2, así como con datos incompletos de antropometría, perfil de lípidos y nivleles de glucosa.
Para la evaluación clínica de las personas participantes en el estudio, se les aplicó un cuestionario y se midió el peso, la estatura, la presión arterial, la circunferencia abdominal y la toma de muestra de sangre en ayunas. El día anterior a la fecha de la toma de muestras, los investigadores contactaron al jefe del centro de salud para confirmar la asistencia de los participantes y recordar el ayuno.
El peso corporal (kg) y la estatura (m) se midieron con base en las recomendaciones que marca la Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2005, Servicios básicos de salud. Promoción y educación para la salud en materia alimentaria. Criterios para brindar orientación.24 Con estas mediciones se calculó el IMC de cada participante. La circunferencia de cintura se midió al nivel de los trocánteres mayores y la circunferencia de cadera al nivel de la zona glútea en la mayor protuberancia posterior de los glúteos.25 Para la medición de la presión arterial se utilizó un esfignomanómetro de mercurio, con la persona en reposo y en posición sedente; esta medición se realizó en tres momentos para obtener el promedio de las presiones sistólicas y diastólicas.
Se realizó la prueba de glucosa basal después de 12 horas de ayuno. Los criterios de diagnóstico de las cifras de glucosa se consideraron según la ADA;1 al respecto, se consideró control cuando la persona presentaba un nivel de glucosa en ayuno entre 70 y 129 mg/dL, y control deficiente cuando había un nivel de glucosa > 130 mg/dL.
Los exámenes bioquímicos comprendieron la valoración de glucemia, el perfil lipídico, incluidos los triglicéridos, el colesterol total y el colesterol-HDL. El colesterol-LDL se calculó con la fórmula de Friedewald.26 La alteración de las variables metabólicas y no metabólicas se estudió con base en el criterio del Tercer Informe del Panel de Expertos sobre Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipercolesterolemia en Adultos, del Programa Nacional de Educación en Colesterol de Estados Unidos, también conocido como NCEP-III: glucosa alterada en ayuno (≥ 100 mg/dL), dislipidemia (triglicéridos ≥ 150 mg/dL, HDL < 50 mg/dL en mujeres y < 40 mg/dL en hombres), hipertensión arterial (≥ 130/85 mm Hg), obesidad (circunferencia de cintura ≥ 80 cm en mujeres y ≥ 90 cm en hombres).27,28
Para el análisis estadístico se construyó una base de datos con el paquete estadístico SPSS, versión 21; los resultados fueron analizados por medio de la estadística descriptiva de media aritmética y desviación estándar (DE), a fin de determinar las diferencias significativas; se utilizó la prueba de Bonferroni para conocer la significación estadística, con un nivel de confianza de 95% (p < 0.05), y un análisis de regresión multivariado de varianzas (ANOVA) para determinar la descripción de variables no metabólicas (peso, estatura, circunferencia de cintura) y variables metabólicas (triglicéridos, c-HDL, c-LDL, tensión arterial sistólica y diastólica) en los tres grupos de estudio.
De los 586 participantes, 172 (29%) se diagnosticaron con glucosa normal, 59 (10%) con glucosa alterada y 355 (61%) con DM2.
El grupo de participantes con glucosa normal estuvo constituido por 49 hombres (29%) y 123 mujeres (71%); el de aquellos con glucosa alterada, por 38 hombres (64%) y 21 mujeres (36%); en el grupo de pacientes con DM2 fueron 123 hombres (35%) y 232 mujeres (65%). La edad promedio para el grupo GN fue de 50.9 años (30-70), en el grupo GAA de 52.0 años (33-69) y en el grupo DM2 de 56.0 años (35-70). Entre los participantes predominó el estrato socioeconómico medio: 30% de ellos pertenecieron al grupo GN, 38% al grupo GAA y 32% al grupo DM2. El grado de escolaridad fue secundaria o carrera técnica en 27.9% del grupo GN, 33.9% del grupo GAA y 27.0% del grupo DM2.
La media de peso fue similar en los grupos de glucosa normal y glucosa alterada con 73.3 ± 13.0 kg; sin embargo, este valor fue mayor al comparar los datos con el grupo de DM2 (70.4 ± 14.7 kg), pero no se mostró diferencia significativa entre los grupos.
Según los valores medios del IMC, es evidente que los tres grupos de estudio presentan valores por encima del límite establecido; sin embargo, no hubo diferencia significativa al asociarlo con las cifras de los grupos (GN 28.4 ± 5.0, GAA 28.2 ± 4.4 y DM2 27.9 ± 4.7).
La cifra de circunferencia de cintura se comportó de manera similar en los tres grupos. La mayoría de los participantes presentaba uno o más componentes del síndrome metabólico. La obesidad central estuvo presente tanto en mujeres como en hombres con un valor de p = 0.554 (cuadro I).
Cuadro I. Comparación de variables no metabólicas en tres grupos de adultos según cifras de glucosa normal, glucosa alterada en ayuno y DM2 (n = 586) |
||||||
Variables no metabólicas | Grupos | p | ||||
GNa (n = 172) |
GAAb (n = 59) |
DM2c (n = 355) |
a vs. b |
a vs. c |
b vs. c |
|
Media ± DE | ||||||
Peso (kg) |
73.3 ± 13.0 |
73.3 ± 13.0 |
70.4 ± 14.7 |
1.000 | 0.069 | 1.000 |
Estatura (cm) |
157.0 ± 9.5 |
158.9 ± 9.1 |
156.6 ± 9.1 |
1.000 | 0.316 | 1.000 |
IMC (kg/m2) |
28.4 ± 5.0 |
28.2 ± 4.4 |
27.9 ± 4.7 |
1.000 | 0.167 | 1.000 |
Cintura (cm) |
96.1 ± 13.8 |
94.6 ± 11.8 |
96.3 ± 12.9 |
1.000 | 0.554 | 1.000 |
Fuente: Elaboración propia con datos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zúbiran (INCMNSZ) GNa = glucosa normal; GAAb = glucosa alterada en ayuno; DM2c = diabetes mellitus tipo 2; DE = desviación estándar; IMC = índice de masa corporal a vs. b = glucosa normal frente a glucosa alterada; a vs. c = glucosa normal frente a DM2; b vs. c = glucosa alterada frente a DM2 Hubo siginificación estadística con una p ≤ 0.05. La comparación se hizo con ANOVA y para el análisis post hoc se usó el método Bonferroni |
Al comparar las variables metabólicas entre los tres grupos (GN, GAA, DM2), es incuestionable que las medias de los niveles de colesterol total fueron más elevadas en el grupo con glucosa normal (203.6 ± 36.7 mg/dL, 199.4 ± 39.7 mg/dL, y 200.6 ± 44.7 mg/dL, respectivamente).
Tanto el grupo de GN como el de GAA presentaron niveles séricos de c-LDL similares (120.7 ± 32.3 frente a 120.5 ± 33.7); sin embargo, el grupo de participantes con DM2 presentó una disminución en la concentración sérica de c-LDL (114.6 ± 36.5 mg/dL). Estos datos ubican a la población en estudio en riesgo para desarrollar complicaciones metabólicas relacionadas con la diabetes.
La concentración de triglicéridos fue ligeramente superior en el grupo de DM2, así como la presión arterial sistólica (149.5 ± 23.9 mm Hg). Asimismo, la asociación fue estadísticamente significativa entre las cifras elevadas del colesterol y en la presión arterial, con una correlación de Pearson de p < 0.0001 (cuadro II).
Cuadro II. Comparación de variables metabólicas en tres grupos de estudio según cifras de glucosa normal, glucosa alterada en ayuno y DM2 (n = 586) |
||||||
Variables metabólicas | Grupos |
Valor p |
||||
GNa (n = 172) |
GAAb (n = 59) |
DM2c (n = 355) |
a vs. b |
a vs. c |
b vs. c |
|
Media ± DE |
||||||
Colesterol Total (mg/dL) |
203.6 ± 36.7 |
199.4 ± 39.7 |
200.6 ± 44.7 |
1.000 |
1.000 |
1.000 |
c-HDL (mg/dL) |
46.3 ± 10.8 |
46.6 ± 11.0 |
46.3 ± 11.7 |
1.000 |
1.000 |
1.000 |
c-LDL (mg/dL) |
120.7 ± 32.3 |
120.5 ± 33.7 |
114.6 ± 36.5 |
0.769 |
1.000 |
0.769 |
Triglicéridos (mg/dL) |
191.5 ± 108.6 |
159.3 ± 80.5 |
205.1 ± 138.3 |
0.267 |
0.735 |
0.029 |
TAS (mm/Hg) |
122.4 ± 19.7 |
124.3 ± 19.0 |
149.5 ± 23.9 |
1.000 |
0.000* |
1.000 |
TAD (mm/Hg) |
82.4 ± 16.3 |
80.0 ± 12.6 |
79.7 ± 12.8 |
0.740 |
0.107 |
0.740 |
Fuente: Elaboración propia con datos del INCMNSZ GNa = glucosa normal; GAAb = glucosa alterada en ayuno; DM2c = diabetes mellitus tipo 2) a vs. b = glucosa normal frente a glucosa alterada; a vs. c = glucosa normal frente a DM2; b vs. C = glucosa alterada frente a DM2 c-HDL = lipoproteína de alta densidad; c-LDL = lipoproteína de baja densidad (cifra analizada con triglicéridos < 400 mg/dL); TAS = tensión arterial sistólica; TAD = tensión arterial diastólica *Se obtuvo significación estadística (≤ 0.05). La comparación se hizo con ANOVA y para el análisis post hoc se usó el método Bonferroni |
Del total de participantes estudiados, el grupo de DM2 presentó mayor frecuencia de factores de riesgo cardiometabólico; sin embargo, en los grupos GN y GAA se identificó un incremento de los factores de riesgo metabólico, como la obesidad abdominal, la elevación del c-LDL e hipertrigliceridemia; es decir, se trata de una población con elevado riesgo cardiovascular.9-19
Las alteraciones presentes en los grupos de GN y GAA, como la obesidad abdominal, la hipertensión arterial y la dislipidemia, sugieren la presencia en esa población no diabética de resistencia a la insulina, una probable disfunción endotelial y afectación de la fibrinólisis; todos estos elementos forman parte del periodo de transición de la prediabetes a la diabetes.29
La proporción entre hombres y mujeres con DM2 en este estudio supera la cifra general reportada por la ENSANUT en 2016 (9.6%);21 por otro lado, coincide con lo descrito por Franzini y Soriguer.30,31 No obstante que la muestra en el presente estudio no es representativa de la población nacional, existen posibles explicaciones al respecto del tipo de dieta, el sedentarismo y el sustento biológico.32 Con los presentes datos (tomando en cuenta el contexto en el que fueron obtenidos) se deben dirigir los esfuerzos para la generación de estrategias efectivas de prevención como piedra angular para retardar la presentación de diabetes o las complicaciones crónicas.33-36
Lograr el control de la glucosa es un gran desafío para los servicios de salud y para la persona con diabetes mellitus.18 El reto es y será cada vez mayor a medida que la prevalencia mundial de diabetes vaya en aumento, dado que en personas de 20 a 79 años fue de 6.4% en el 2010 y aumentará a 7.7% para el año 2030. Estas estimaciones corresponden a un aumento en los países en desarrollo del 69% de personas adultas con diabetes y en los países desarrollados del 20% en el mismo grupo de población.6
Por otro lado, es aceptado que un adecuado control glucémico tiene una relación estrecha con la probabilidad o no de sufrir complicaciones.33,34 El oportuno diagnóstico de intolerancia a la glucosa puede retrasar la aparición de complicaciones microvasculares y disminuir la progresión de la diabetes. Se conoce que los efectos moleculares asociados con la resistencia a la insulina en la célula endotelial conducen a un estado proinflamatorio y protrombótico, lo que explicaría el incremento del riesgo cardiovascular.31
Los niveles de colesterol no mostraron variaciones significativas entre los grupos de este estudio; sin embargo, indican que no constituyen un elemento fundamental del perfil lipídico de mayor riesgo aterogénico, lo cual coincide con lo reportado en diversos estudios publicados.3-13
De la misma forma, la hipertrigliceridemia y la disminución del c-HDL son similares entre los diferentes grupos tanto de glucemia normal como alterada. Las alteraciones de los lípidos, como las observadas en c-LDL, sugieren alteración de fracción grasa por partículas pequeñas y densas de gran poder aterogénico, llamado fenotipo B.32 Las fracciones c-HDLc y c-LDL se asocian al aumento hasta dos veces en el riesgo de accidentes vasculares cerebrales, y tres veces al riesgo de enfermedad coronaria y mortalidad cardiovascular.36
En la diabetes mellitus existe una situación de aterogénesis acelerada, la cual está asociada no solo a la hiperglucemia, sino a otros factores de riesgo, como dislipidemia, hipertensión, hiperinsulinemia/insulinorresistencia y alteraciones de la coagulación entre otros.33
Con los resultados de este estudio es oportuno advertir la elevación en el IMC y en el perímetro de cintura como un componente potencial del síndrome metabólico, aun en los grupos de pacientes no diabéticos. De acuerdo con la OMS, se estima que la obesidad se presenta en el 12% de la población mundial, con grandes contrastes que van del nivel más alto en América y el nivel más bajo en el sudeste asiático. Lo anterior es determinante para que la población esté en riesgo de desarrollar diabetes, cáncer y problemas cardiovasculares. Asimismo, la presencia de grasa intraabdominal, la actividad lipolítica aumentada y la mayor cantidad de ácidos grasos repercuten aún más sobre el funcionamiento hepático.36 Després afirma que la presencia simultánea de perímetro abdominal y niveles de triglicéridos ≥ 180 mg/dL en hombres está asociada con un riesgo 3.5 veces mayor para los eventos cardiovasculares.37
Limitaciones del estudio
El número de participantes reclutados en este estudio, en su mayoría portadores de diabetes mellitus tipo 2, no son una representación estricta de la población mexicana; sin embargo, con los resultados obtenidos se puede hacer una estimación de lo que está sucediendo en nuestro país.
Otra limitación es que no se realizó curva de tolerancia a la glucosa en las personas no diabéticas, lo cual hubiese permitido identificar a aquellas personas con alteración postprandial de glucosa, que es también una entidad que actualmente se considera dentro de la categoría de prediabetes y, por tanto, incide en que esas personas sean consideradas como una población en riesgo.
Se sugiere seguir con futuras investigaciones, utilizando índices para determinar resistencia a la insulina y otros marcadores, todo ello en el campo de la prevención.
En este estudio se identificó en el grupo DM2 una alta frecuencia de otros factores de riesgo metabólico; no obstante, en los grupos con glucosa normal y con alteración de glucosa en ayuno se presentan componentes del síndrome metabólico, como la obesidad abdominal e hipertrigliceridemia.
La identificación oportuna de alteraciones en el metabolismo es la principal herramienta para la predicción de la enfermedad cardiovascular. Esta última es causa de elevada morbilidad y mortalidad en la población mexicana.
Otra condición que debe enfatizarse respecto a la población de estudio es el control glucémico, eficaz para reducir el riesgo potencial de las complicaciones por diabetes mellitus.
Análisis prospectivo
El proceso indagativo sobre este tema de salud pública es impresionante, por ser considerada la hiperglucemia como una epidemia mundial, debido a su elevada ocurrencia y su presentación a edades más tempranas. Este problema de salud es cada vez más frecuente y se acentúa por la prevalencia de la obesidad. El problema representa un gran reto, pero también se presenta un abanico de posibilidades para ofrecer programas de prevención bajo la óptica de un seguimiento continuo y permanente. Los resultados de este trabajo subrayan la importancia del nivel de glucosa, que es un potente predictor de riesgo cardiovascular.
Al Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zúbiran, por el apoyo recibido para realizar este trabajo.